En respuesta a la creciente frecuencia de eventos climáticos extremos y sus costos asociados, los líderes organizativos están centrando más de sus esfuerzos de planificación a largo plazo en la resiliencia de las instalaciones, definida de manera amplia como fortalecer un activo (o grupo de activos) contra un desastre natural y/o patrones climáticos intensificados, y luego preparar a la organización para responder. La planificación de la resiliencia ya no es un ejercicio auxiliar; es uno esencial. Los líderes deben ser proactivos.

Basado en lo anterior, es necesario tener presentes las siguientes consideraciones para incorporar la resiliencia en sus esfuerzos de planificación de instalaciones.
Priorizar según la Misión.
Imagina que ocurre un desastre que afecta a cada activo físico en tu cartera y todos caen al mismo tiempo. ¿Cuál es el activo más importante para poner en marcha primero? La respuesta a esa pregunta dependerá de la misión de tu organización.
Si los CEO, los Gerentes de finanzas y aquellos que gestionan las operaciones diarias no han alineado la misión central de la organización y cómo debería funcionar el conjunto de activos en apoyo de esa misión, ese es un excelente primer paso a seguir.
La continuidad operacional es un aspecto importante de la resiliencia de las instalaciones. Saber qué activos deben estar en línea y funcionando primero te brinda un sólido punto de partida. Los gobiernos, por ejemplo, pueden dar prioridad a la resiliencia de estaciones de bomberos, la red eléctrica u otras funciones esenciales. Los líderes hospitalarios pueden poner en la parte superior de su lista mantener en funcionamiento la unidad de cuidados intensivos. Dada la prevalencia de la gestión digital de registros, las organizaciones de todo tipo pueden considerar la protección de salas de servidores como una actividad esencial.

Llegar a un entendimiento común de la misión crea un contexto para priorizar qué instalaciones fortalecer contra desastres y cómo responderá tu organización en una crisis.
Considerar la Resiliencia a Largo Plazo de las Instalaciones.
La resiliencia se aplica a más que desastres naturales. También hay patrones climáticos continuos a los que las organizaciones deben adaptarse.
A medida que las temperaturas más cálidas duran más tiempo, será necesario enfriar las instalaciones durante más días. Esta realidad debería inspirar a las organizaciones a examinar si sus sistemas de climatización existentes pueden manejar la carga adicional. Es posible que estén utilizando un sistema de calefacción y refrigeración diseñado con un entorno diferente en mente.

Los esfuerzos de resiliencia de las instalaciones también pueden incluir abordar el aumento de las precipitaciones. En términos prácticos, eso significa analizar detenidamente los sistemas de aguas lluvias, techos e incluso el diseño del estacionamiento para asegurarse de que sean óptimos para los patrones de precipitación de tu área.
Si el clima más cálido y lluvioso está aquí para quedarse, y todo indica que sí, los líderes serían sabios en encontrar maneras de adaptar sus instalaciones para lograr una resiliencia óptima a esas condiciones.
Mantén Actualizado la Condición Operativa de las Instalaciones.
Cualquier decisión que tomes sobre la optimización de la resiliencia de los activos debe tener datos en los que apoyarse. Fundar tus planes en métricas de condición y rendimiento actuales y precisas, asegura que tus planes estén bien informados y sean defendibles en caso de que necesites financiamiento para implementarlos.
Una evaluación de la condición de las instalaciones (FCA, por sus siglas en inglés) puede revelar tus mayores vulnerabilidades, aclarar la gravedad de tu acumulación de mantenimiento diferido y proporcionar una estimación razonable de los costos de reemplazo. Los datos descubiertos por una evaluación separan las señales del ruido, demuestran los hechos sobre las condiciones de los activos y ayudan a comunicar las necesidades en toda la organización.
Para activos críticos y de alto valor, los Facility Managers pueden optar por una evaluación detallada de alta resolución, desarrollada por un evaluador profesional, la cual proporcionará detalles de la condición de las instalaciones a nivel de componente, como calefacción, ventilación y aire acondicionado, fontanería y aguas lluvias.

Un Análisis del Ciclo de Vida puede ser una evaluación apropiada para activos que no son tan críticos para la empresa. El Análisis del Ciclo de Vida utiliza datos y modelamiento estadístico para aproximar los costos de reemplazar un sistema general de una determinada edad, pero no de un sistema específico.
Estas evaluaciones se pueden combinar para adaptarse a limitaciones de tiempo y presupuesto. Los datos recopilados luego se pueden ingresar al software de planificación de Activos para que los Facility Managers puedan ver los efectos de sus inversiones antes de gastar cualquier capital, lo que les permite optimizar sus esfuerzos de resiliencia de las instalaciones.
La Resiliencia de las Instalaciones en Primer Plano.
Con un desastre natural de mil millones de dólares ocurriendo cada día, las organizaciones ya no pueden tratar la resiliencia de las instalaciones como una reflexión posterior. Adoptar estas sugerencias ayudará a los líderes a prepararse para resistir y responder a emergencias climáticas y condiciones ambientales cambiantes.