El Principio de Pareto, también conocido como la regla del 80/20, sugiere que el 80% de los resultados proviene del 20% de los esfuerzos. Nombrado en honor al economista italiano Vilfredo Pareto, quien observó que el 20% de las vainas de guisantes en su jardín producían el 80% de los guisantes, este principio se ha convertido en un pilar en la gestión empresarial gracias a la expansión del concepto por Joseph Juran en la década de 1940.
Para los Facility Managers, el Principio de Pareto es una herramienta poderosa para optimizar operaciones y enfocar recursos en las áreas de mayor impacto. Permite a los gestores identificar el “poco vital” que más contribuye al éxito del negocio.
Consideremos un escenario en el que un Facility Managers identifica que el 20% de los sistemas del edificio representan el 80% de los costos de mantenimiento. Al centrarse en estas áreas de alto costo, pueden trabajar en mejorar la eficiencia, reducir el tiempo de inactividad y, en última instancia, ahorrar dinero. Esto podría implicar la implementación de mantenimiento preventivo o la actualización a sistemas más fiables.
De manera similar, los Facility Managers pueden usar la regla del 80/20 para priorizar tareas y esfuerzos del personal. Si el 20% del equipo de mantenimiento resuelve el 80% de los problemas, los Facility Managers deben asegurarse de que estos empleados clave sean recompensados y retenidos, sin descuidar al resto del equipo. Este enfoque mejora la moral y genera una fuerza laboral más productiva.
Aplicar el Principio de Pareto ayuda a los Facility Managers a abordar los problemas más urgentes sin verse abrumados por asuntos triviales. Al concentrarse en tareas de alto impacto y componentes de alto valor, pueden lograr mejoras significativas en la eficiencia operativa, la gestión de recursos y la productividad general.
Los Facility Managers deben ver la regla del 80/20 no como una fórmula rígida, sino como un marco flexible. Proporciona una guía para tomar decisiones basadas en datos, identificar prioridades y optimizar procesos. En el contexto del Facility Management, se trata de maximizar los resultados al enfocarse en los factores claves del éxito mientras se mantiene una perspectiva holística de las operaciones de la instalación.
