El 13 de marzo de 2024, el Parlamento Europeo dio luz verde a una ley crucial que marca un hito en la lucha contra el cambio climático: a partir de 2030, todos los nuevos edificios en la Unión Europea deberán ser cero emisiones. Esta medida es parte de la Directiva relativa a la eficiencia energética de los edificios (EPBD), diseñada para reducir drásticamente las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) y el consumo de energía en el sector de la construcción de la UE.
Los edificios, que actualmente representan el 36% de las emisiones de GEI en la UE, se consideran un objetivo clave en la búsqueda de la neutralidad climática para 2050. La aprobación de esta ley es un paso significativo hacia ese objetivo.
Los principales aspectos de esta nueva normativa son:
- Climáticamente Neutros para 2030:
- Todos los nuevos edificios, y especialmente aquellos ocupados por autoridades públicas, deben cumplir con los estándares de cero emisiones para 2030, con una anticipación para algunos casos en 2028.
- Reducción de Consumo Energético:
- Se imponen metas específicas para la reducción del consumo de energía en edificios residenciales, con objetivos del 16% para 2030 y entre el 20% y el 22% para 2035.
- Renovación y Eficiencia:
- La normativa exige la renovación del 16% de los edificios no residenciales menos eficientes para 2030, con un aumento al 26% para 2033. Además, se establecen requisitos mínimos de eficiencia energética.
- Descarbonización de Sistemas de Calefacción:
- Los Estados miembros deberán tomar medidas para eliminar gradualmente los combustibles fósiles en la calefacción y refrigeración de edificios, con el objetivo de eliminar completamente las calderas de combustibles fósiles para 2040.
- Excepciones y Adaptaciones:
- Algunos tipos de edificios, como los agrícolas y los históricos, pueden estar exentos de ciertos aspectos de la normativa. Además, se permite cierta flexibilidad para adaptarse a situaciones específicas.
Esta ley marca un importante paso adelante en los esfuerzos de la Unión Europea para abordar el cambio climático y establecer estándares más estrictos para la construcción de edificios. Es un claro mensaje sobre la urgencia de actuar para proteger nuestro planeta y garantizar un futuro sostenible para las generaciones venideras.
