Ante el aumento de amenazas físicas y cibernéticas que afectan a los servicios esenciales, la pregunta sobre si Latinoamérica debería adoptar una estrategia común para la protección de infraestructuras críticas (PIC) cobra cada vez más relevancia. La prestación de servicios esenciales, desde energía hasta el suministro de agua o atención médica, es un pilar fundamental para el desarrollo de cualquier nación, y su vulnerabilidad podría generar un efecto dominó con consecuencias devastadoras.
¿Por qué Latinoamérica necesita una Estrategia PIC Común?.
El 83% de los profesionales encuestados en una reciente consulta de Segurilatam en LinkedIn coincidió en que es imprescindible que la región implemente una estrategia coordinada. Las diferencias en los niveles de madurez tecnológica y en los enfoques de seguridad entre los países de la región hacen evidente la necesidad de aunar esfuerzos. Sectores clave como las administraciones públicas, el transporte, la banca y el suministro energético deben contar con un marco común que garantice la resiliencia de sus servicios frente a amenazas tanto físicas como digitales.
Europa: Un Ejemplo de Estrategia Compartida.
Un ejemplo exitoso de colaboración internacional en la protección de infraestructuras críticas es la Unión Europea (UE). A través de diversas directivas, Europa ha creado un marco legal robusto para mejorar la seguridad de sectores esenciales.
- Directiva 2008/114/CE: Estableció las bases para la identificación y protección de infraestructuras críticas europeas, centrada en los sectores de energía y transporte.
- Directiva NIS y NIS 2: Enfocadas en la ciberseguridad, estas normativas obligan a los operadores de servicios esenciales a mejorar la seguridad de sus redes y a notificar incidentes.
- Directiva CER: Aprobada en 2022, esta directiva aborda la resiliencia física ante amenazas como ataques terroristas y desastres naturales.
Estas normativas europeas ofrecen un modelo a seguir para Latinoamérica, especialmente frente al creciente número de ataques cibernéticos y riesgos globales que amenazan la estabilidad de las infraestructuras críticas.
Desafíos y Oportunidades para Latinoamérica.
Aunque cada país latinoamericano enfrenta retos únicos, la colaboración regional permitiría compartir conocimientos, desarrollar protocolos de seguridad unificados y mejorar la capacidad de respuesta ante emergencias. La adopción de una estrategia común para la protección de infraestructuras críticas no solo aumentaría la resiliencia de los sectores más vulnerables, sino que también fomentaría la cooperación internacional y fortalecería la posición de la región en el ámbito de la ciberseguridad global.
Latinoamérica tiene la oportunidad de aprender de los esfuerzos europeos y adaptarlos a su realidad, un paso necesario para garantizar la seguridad y continuidad de los servicios esenciales en toda la región.
